lunes, 31 de agosto de 2009

FCB 3 - Sporting de Gijón 0 Liga BBVA Primera Jornada, 31-8-2009












(Foto Pere Puntí, EMD)

31-8-2009
Liga BBVA

FCB 3 – Real Sporting de Gijon SAD 0


Juan Pablo, el héroe de Numancia el año pasado, volvía a guardar la puerta rival en el primer partido de Liga, pero hoy ya no se enfrentaba a un proyecto de equipo, lleno de dudas y hasta de malos augurios. El meta del Sporting ha sufrido en sus redes la confianza de un equipo pentacampeón, maduro y responsable, que no descarta sacrificar la identidad de su juego cuando los factores no son propicios (principalmente las bajas y el cansancio), y recurrir sin reparos al juego directo, algo que no se veía en el Nou Camp desde los tiempos de Quini y Alexanco. Lo más importante, el haber cosechado una victoria clara pese a lo incómodo del rival y de la fecha y, desde luego, poder disponer de 15 días sin competición para avanzar en la conjunción del equipo.

La primera parte ya avisó de las novedades que hoy mostraría el FCB. Aunque mantuvo la posesión y el control de todas las zonas del campo, no pudo sacar partido de ello, ya que sus lanzadores no pudieron tomar, salvo muy escasas ocasiones, las cabezas de puente necesarias para bombardear el área rival con centros mortales. Sin embargo, pese a la esterilidad del rondo, pese a la presión sobre los pasadores –Xavi otra vez tuvo que afrontar un marcaje individual complementado con ayudas-, el FCB consiguió algo que hace mucho tiempo a buen seguro no lograba, como lo es el marcar tres goles tras sendos lanzamientos de córner. Dos en esta primera parte.

La presión del Sporting, intensa en la línea de medio de campo, impuso al FCB ciertas necesidades. En primer lugar, era necesario intentar asustar a su rival mediante desplazamientos largos sobre Ibra o Bojan, y en segundo lugar, había que prevenir los problemas que supone el tener el balón demasiado cerca de la propia área. A causa de esto último se produjeron algunas imprecisiones, materializadas en dos situaciones muy parecidas: falta lateral y corner posterior; ambas solventadas sin problemas.

En un momento en el que parecía asentarse el SPG, conforme con seguir con la mirada el desplazamiento del balón -siempre y cuando éste no traspasara la línea de medio del campo o, como peor, alcanzara su área en condiciones poco operativas-, el FCB forzó un córner por su extremo izquierdo. Este se lanzaría como suele ser habitual, apoyándose sobre el primer palo, para que Keita -muy favorecido por errores de marcaje esta noche- proyectara en escorzo hacia el segundo, donde se encontraba Bojan sólo. Este hizo honor a su amigo Henry, reproduciendo el gol que Tití endosó al Olympique en Gerland, y que significó el empate a uno en la pasada eliminatoria de octavos de la Champions 2009.

Los primeros veinte minutos arrojaban un balance muy positivo, pese a esos despistes tan habituales en el FCB nada más marca un gol. Piqué se erigía en el protagonista de este periodo, moviendo balones hacia las zonas peligrosas, al tiempo que alejándolo de la cueva. El SPG mantenía a pesar del golpe sus líneas muy juntas, dando por bueno su desempeño y atribuyendo el gol encajado a una jugada aislada. Así era.

Ya superado el minuto 20 del partido, y asimilado el gol a favor, Xavi entendió que podía ser su momento, con lo que buscó retrasarse un poco para plantar batalla en el centro del campo. Su apuesta se tradujo en una mayor contundencia en la presión, con alguna que otra entrada que no pasó de la falta. Había algo más de espacio, el propio rival intentaba salir hacia delante, pero no se obtenían resultados demasiado evidentes.

El FCB sufrió una minicrisis entre el 22 y el 24, momentos en el que el SPG llega a encadenar muchos momentos de presencia en el área, sin materializar el dominio en un disparo peligroso. A esta mayor ambición, el FCB responde con lanzamientos largos, aprovechando los espacios que dejan las transiciones del rival, lo que lleva a Alves a incorporarse al partido.

Sin embargo, tampoco el juego por las bandas fue responsable de propiciar el segundo gol. Será de nuevo un córner, esta vez forzado por el ataque derecho. Un despiste doble permite que Alves reciba el balón en el pico del área con tiempo más que suficiente, cuelgue sobre el segundo palo, y allí concursen tres atacantes para rematar la jugada: Piqué, Ibra y Keita. Será este último quien resuelva, haciendo honor a uno de los motivos por los que fue fichado el año pasado. Dos a cero y al descanso.

La reanudación debilitó la presión en centro del campo, pero es que tampoco el FCB estaba ya en condiciones de afrontar una circulación agresiva. Los primeros minutos contemplaron un intercambio de golpes que pudo apretar el marcador o colocarlo en la senda de la goleada; no ocurrió nada de eso.

El desmoronamiento de las trincheras permitió al campeón ensayar a conciencia la nueva pieza de su repertorio, y que consiste en enviar balones largos hacia Ibra, ya sea para buscar su media vuelta o una segunda jugada. En el contexto de esta estrategia, Busquets retrasó su posición hasta incrustarse entre los centrales y dar más posibilidades de salida en vertical. Con tanto suministro, Bojan y Pedro entraron en más juego, conduciendo pelotas de fuera adentro y en ocasiones ensayando disparos que percutían contra la defensa o el portero visitante.

Ya abocados a los minutos finales, condicionados ambos equipos por el cansancio, el estadio se obsesionó por el gol de su nueva estrella. Parecía evidente que, a la vista de los antecedentes y la estadística, éste tendría que llegar, de darse el caso, de la mano de un remate de cabeza habilitado tras un córner. Antes de que se produjera este desenlace, Keita estuvo a punto de aumentar la cuenta, rematando al poste desde una posición privilegiada y nuevamente a la salida de un saque de esquina; y hasta el propio Ibra tuvo su oportunidad, cabeceando sin demasiada fuerza un pase lateral. Sería ya en el minuto 80, agotado el rival, cuando –lo que son las cosas- se resumieron en el tercer gol los ingredientes de los dos anteriores. Si el remate final de Ibra recordaba al gol de Bojan –cabezazo en plancha sobre el segundo palo-, la asistencia era idéntica a la que había propiciado el remate de Keita en el segundo gol; nuevamente a cargo de Alves en el pico del área tras pase de Xavi desde la esquina.

Fin de fiesta, que pudo redondearse con el primer liderato si el propio Ibra hubiera resuelto positivamente una asistencia de 30 metros a cargo de Xavi, que recordó las asociaciones entre Koeman y Bakero.

En suma; puesta en escena de un nuevo argumento ofensivo que protege mejor la salida del balón y concede al equipo una posibilidad añadida a las que conformaban el repertorio del equipo el año pasado. Hace mucho tiempo que el Barça no vencía con tres goles de cabeza, y menos precedidos de córner. Este tipo de soluciones desatascan partidos en los que el rival se plantee renunciar a jugar y limite su participación a bloquear a los lanzadores culés.

Las lesiones, mejor pronóstico en Maxwell que en Bojan, reflejan el coste de una pretemporada exigente, resuelta con el mayor de los éxitos. Ahora hay quince días de descanso para recuperar titulares e ir empastando el juego de Ibra con sus compañeros.

Uno por Uno


Valdés: Atento (7). Pese a alguna que otra imprecisión en el movimiento de la pelota, se mostró eficaz y solvente en las ocasiones que se concedieron al rival.

Alves: Profundo (7). Sin mayores exigencias en la defensa, a excepción de dos minutos en la primera parte, se preocupó de dar profundidad al equipo. Dos asistencias idénticas.

Maxwell: Desafortunado (6). Corría a su cargo el dar profundidad al lado izquierdo, desafío que asumió sobre todo en los primeros 20 minutos del partido. Posteriormente fue retrasando su participación hasta lesionarse nada más empezar la segunda parte.

Puyol: Solvente (6). Su desempeño fue esencialmente defensivo. Aun y cuando era un día propicio para participar en el peligro a balón parado, no apareció en ninguna de las jugadas clave.

Piqué: Impulsor (7). Responsable de dar salida al balón, ya fuera intentando la conexión con la zona de lanzadores, ya fuera proyectando el balón hacia la línea de delanteros. Como siempre, eligió las mejores opciones.

Busquets: Escoba (7). La sospecha de un marcaje intensivo sobre Xavi y la necesidad de dar descanso a Touré, propiciaron el concurso de Busquets desde el inicio. Combinó el desplazamiento largo con la labor de escudero.

Xavi: Concentrado (7). Consciente de que el planteamiento rival puede llevarle a no tocar balones durante muchas fases del partido, asume sin complejos su papel de espantapájaros. También aprovechó todas las ocasiones en las que se produjeron fisuras en la disciplina defensiva rival.

Keita: Rematador (8). Nuevamente, no era partido para lanzadores, pero desatascó el partido con dos inspirados remates de cabeza, uno de ellos asistencia para el primer gol y otro de propia mano, fusilando un centro cómodo de Alves. Pudo hacer otro gol. El mejor.

Pedro: Ofensivo (7). Casta, talento y astucia. Sin apariciones en la primera parte, comenzó a emerger en la segunda, ofreciéndose a Xavi, Busquets y Alves. Tuvo su oportunidad, bien desbaratada por el portero rival.

Ibrahimovich: Implicado (7). Seguramente dormirá mucho mejor después de haber convertido en gol una de las tres oportunidades con las que contó, seguramente la más clara. El juego de su equipo descansó hoy más que nunca sobre Ibra a modo de ariete referencia.

Bojan: Insistente (7). Revoloteó sobre su banda con mayor insistencia que el titular del puesto. Inspirado en el remate que abrió el marcador. En la segunda parte tuvo más participación, aunque sin frutos. Lesionado; tiene para 15 días.
Sustituciones


Abidal: Defensivo (6). Cubrió la contingencia provocada por la baja de Maxwell en un momento en el que el Sporting se mostró más ambicioso. Su frescura contuvo la de los hombres de banda que incorporó Preciado en la última media hora.

Jeffren: Recambio (5). Tuvo tiempo para contribuir a alguna oportunidad. Ingresó en un momento en el que los asistentes blaugrana sólo pensaban en Ibra.

Fontás: Suelto (6). Todo un trago el salir a cubrir el sitio de Piqué. No se notó demasiado el cambio, en un momento en el que Busquets apoyaba la salida de balón, en corto y en largo, como si de un líbero se tratara.


Pep Guardiola: Responsable (9). Ha redondeado una pretemporada de alta exigencia. Cierto que sacrificó el Gamper y aceptó la solicitud de su jugador franquicia de jugar un partido incompatible con el inicio de Liga; pero también ha colocado en primera línea a Pedro, que asoma como recurso para dar descanso a los titulares de las bandas, ahorrando de paso el coste de un fichaje más a sus jefes. Pep se ha propuesto dar al FCB un nuevo argumento ofensivo que le permita gestionar partidos como el recordado de Numancia, en el que la conducción no dio sus frutos y además expuso el juego a errores en la salida de balón. Lección aprendida y superada.


Ficha

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué (Fontás, min. 83) Puyol, Maxwell (Abidal, min. 56); Busquets, Xavi, Keita; Bojan (Jeffren, min. 80), Ibrahimovic, Pedro.

Real Sporting de Gijón SAD: Juan Pablo; Sastre, Botia, Gregory, Canella; De las Cuevas (Maldonado, min. 72), Michel, Diego Camacho (Bilic, min. 56), Diego Castro (José Angel, min. 76); Rivera; Barral.

1-0, min.17: Bojan.
2-0, min 42: Keita.
3-0, min 82: Ibrahimovich.

Arbitro: Ramírez Domínguez (And). TA: Barral, Rivera. Sin problemas. Bien.

Estadio: Camp Nou, 72.000 esp.

RESUMEN EN IMAGENES (Youtube):

http://www.youtube.com/watch?v=TKyucBh_FPA

viernes, 28 de agosto de 2009

FCB 1 - Shaktar Donetsk 0 (Super Copa de Europa) 28-8-2009
















(Foto Manu Fernández, AP)

28-8-2009
Super Copa Europa

FCB 1 - Shaktar Donetsk 0


El Barça de las Cinc Copes (1952) ha sido igualado por fin. En este año 2009, Pep Guardiola, uno de los pocos canteranos que ha tenido el honor de entrenar al club, ha igualado numéricamente el palmarés de Ferdinand Daucik, aunque posiblemente los éxitos del primero sean cualitativamente más importantes que los del cuñado de Kubala. El remate final espera en diciembre, con el Mundialito de clubes.

El partido no tuvo demasiada historia, aparte de la épica de cualquier final europea. Una primera parte previsible, en la que un equipo disciplinado y con orden táctico renunciaba a crear fútbol, y otro, amparado por su proverbial confianza, recitaba un monólogo de fútbol en el que se intentó de todo. Hay que precisar que, aun y a costa de la enorme diferencia en los números, el excedente en la posesión del FCB no se materializó en los habituales rondos, ya que a estos se le añadieron desplazamientos largos desde la portería a la zona central del ataque. Un recurso al juego directo que no se recordaba desde los tiempos de Kluivert y Van Gaal.

Es prudente afrontar una final sin mayores riesgos, sobre todo después de haber perdido la última Supercopa de Europa por despistes en la primera parte. Guardiola no deseaba accidentes evocatorios de fracasos sonoros, aun frescos en la memoria de no pocos de los que hoy eran titulares. Y más aún cuando el desplazamiento largo exige al rival unas precauciones añadidas a las que impone la conducción del balón.

El balance de la primera parte no arrojó significativas aproximaciones a puerta. Poco más allá de una falta lanzada por Messi y que se atascó a causa de una acción ilegal que debió sancionarse con penalti. Es difícil explicarse cómo dos árbitros –el principal y el asistente de banda derecha- no alcanzan a ver un codo alzado por encima del techo legal de la barrera.

El primer cuarto de hora de la reanudación vio un FCB más volcado sobre la conducción, menos insistente sobre las bandas, pese a alguna incursión de Alves a medio recorrido. Messi protagonizó este periodo, actuando como media punta, empujando al rival a defender en su propio campo. Esa recuperación del discurso central por parte del FCB facilitó las cosas al Shaktar, que se enfrentaba ya al plan previsto desde el inicio. Esto es, presión sobre las autoridades del plantel blaugrana, cohesión de líneas y ver pasar los minutos. La tónica se mantuvo ya a lo largo de la segunda parte, hasta que en el minuto 80 Lucescu decidió a cambiar algunas piezas en su equipo, una estructura defensiva absolutamente despreocupada por el marco de Valdés.

El partido agotó su extensión ordinaria sin albergar otra cosa que las intentonas heroicas de Messi por el centro y algún disparo desde fuera del área. El Shaktar puso algún reparo con contraataques al medio tiempo, algunos culminados por faltas laterales que no inquietaron al FCB, lo que supone una evidente mejoría con respecto a otros ejercicios.

En suma, fracaso en el juego directo, esterilidad por las bandas y poca suerte en las jugadas individuales, normalmente promovidas por Messi a base de talento y persistencia en el choque.

El retorno tras la prórroga igualaba los argumentos de ambos equipos. Si durante los 90 minutos apenas se dieron imprecisiones en la salida de balón azulgrana, los primeros compases del tiempo agregado cobijaron varias situaciones complicadas. Incluso, el Shaktar se animó a adelantar sus líneas para proporcionar balones digeribles al recién ingresado Agwahowa, quien tuvo alguna oportunidad no demasiado definida pero cercana al uno contra uno.

Ya el minuto 100, en el que Guardiola agotó sus cambios, el FCB acumuló dos oportunidades tirando de individualidades. Una por parte de Bojan, que a base de correr se colocó en el pico del área pequeña forzando un córner, y otra a cargo de Dani, que disparó con cierta comodidad desde la frontal ajustado al palo derecho. A pesar de ello, parecía evidente que la final la decantaría un golpe de suerte; el tiempo había borrado la mayor parte de las diferencias que separan a ambos equipos antes de salir al campo.

El calor, un campo desastroso, la pretemporada y, sin lugar a dudas, la presión propia de una final, mediatizaban la contienda en la segunda parte de la prórroga, factores que se agrandaban remitiendo a un segundo plano el talento y la disposición táctica. Las caídas en el área al mínimo contacto, una por equipo, daban cuenta del cansancio acumulado por ambos contendientes. El juego del FCB empezó a ser más conservador, el desplazamiento de la pelota era posible pero estéril al faltarle velocidad. El Shaktar combinaba aventuras individuales con su plan inicial, empeñado en apuntarse a la lotería de los penalties.

Y en esas apareció la combinación, la magia, la suerte quizá y, ante todo, Pedro. El hombre de la pretemporada progresó desde la banda hacia el centro, combinó con Messi, y éste mejoró el balón alojándolo en el punto de castigo pasándolo por debajo de los dos centrales. Allí, Pedrito culminó con un disparo raso al hierro largo. Gol, minuto 115, y a mover el pelotón de parte a parte. Sólo una imprecisión en el rondo final provocó un susto resuelto por Valdés, que conjuró un disparo en vaselina a cargo de Kobin. La apuesta conservadora no tuvo éxito esta vez; es seguro que no siempre será así, pero hoy toca seguir sumando.


Uno por Uno

Valdés: Sereno (8). Un partido frío, muy malo para cualquier portero, comenzó su trabajo a partir de la prórroga, y siempre lo resolvió con sobriedad.

Alves: Rematador (6). No demasiada aportación al juego por banda. Incursiones por el centro que culminaron con disparos. Sin trabajo en defensa.
Abidal: Recuperado (6). Dio continuidad a la banda izquierda y cerró agujeros tras su espalda. La presión de Maxwell empieza a dar frutos.
Puyol: Crecido (8). Resolvió tres situaciones de último defensor sin siquiera sembrar la duda del penalty. El mejor de la zaga.
Piqué: Expeditivo (6). No se le permitió dar salida al balón, pues sus rivales ajustaron un marcaje especial. Evitó pérdidas recurriendo al balonazo, que en este Barça puede considerarse un recurso ofensivo gracias a las espaldas de Ibra.
Touré: Faro (6). Guardaespaldas de Xavi en un partido en el que Lucescu había decidido aburrir al de Tarrasa. Era importante barrer cualquier balón perdido en la batalla del centro del campo. Cumplió.
Xavi: Incómodo (6). Eclipsado de forma deliberada por un ejercicio concienzudo de antifútbol. Acabó renqueante pero concursó de forma esencial en el proceso de congelación de la pelota tras el gol de Pedro.

Keita: Vencido (5). Ni aportó cosas significativas en ataque ni pudo ayudar en la conducción. No era día para lanzadores ni para llegadores. Junto con Xavi el más perjudicado por el esquema de Lucescu.
Messi: Genio (9). Nuevamente el mejor. La casta que empieza a demostrar le impulsa a asumir jugadas imposibles. Mantuvo al Shaktar a raya con incursiones desde la zona fría a la caliente. La aportación culminante fue una asistencia entre los dos centrales del rival, magníficamente aprovechada por Pedrito.
Henry: Lento (6). Demasiado exquisito en la conducción, lo que facilita el trabajo a sus marcadores. Sin remate y sin posibilidades de desmarque. Había demasiadas cosas en su contra.

Ibrahimovic: Ariete (5). Sigue sin aportar más que un buen posicionamiento. Su presencia propicia salidas expeditivas del balón, dando protagonismo y comodidades a Valdés y a Piqué. Aun en periodo de adaptación.

Bojan: Participativo (6). Volvió a crear peligro tras ingresar en el campo. Se añadió a Messi en las aventuras en solitario y obligó al Shaktar a cubrir sus flancos.
Busquets: Recambio (6). Nuevamente entró para ayudar a Xavi en la última fase del partido. Garantizó la conservación del balón aun y a pesar del cansancio.
Pedrito: Oportunista (7). Clavó la única oportunidad clara del partido. Mucho temple dada su juventud y la altura de la cita. El hombre de la pretemporada.
Pep Guardiola: Triunfador (10). Se enfrentó al riesgo de romper una racha triunfadora en un momento psicológicamente significativo. Insiste en su propuesta, aunque tomando ciertas precauciones que afectan negativamente a la espectacularidad -confiada ésta al talento de Messi-. A cambio asegura una gestión responsable de las tareas defensivas. Enhorabuena.
Ficha

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Touré (Busquets, min. 100), Xavi, Keita; Messi, Ibrahimovic (Pedro, min. 80) y Henry (Bojan, min. 95).
Shaktar Donetsk: Pyatov; Srna, Chygrinskiy, Kucher, Rat; Hubschman, Gai (Kobin, min. 80), Ilsinho, William (Aghahowa, min. 93); Fernandinho (Jadson, min. 80), Luiz Adriano.

1-0, min.115: Pedro.

Arbitro: Frank De Bleckeere (BEL). TA: Ilsinho, Srna, Kucher, Kobin, Messi y Pedrito. Se discutió en las áreas, sobre todo a causa de unas manos que tuvieron lugar tras el lanzamiento de un libre directo protagonizadas por un hombre de la barrera. Sacó las tarjetas al final del partido. Desempeño insuficiente para lo que se supone una final europea.

Estadio: Luis II, Mónaco, 18.000 esp. Césped en un estado lamentable.

RESUMEN EN IMAGENES (Youtube):

domingo, 23 de agosto de 2009

FCB 3 - ATH 0 (Supercopa De España, Vuelta) 23-8-2009
















Foto: EMD (Claudio Chaves)
23-8-2009
Super Copa España (Vuelta)
FCB 3 - ATH 0

Cuarto título de una temporada triunfal. Esperan la Super Copa de Europa y el Mundialito de Clubes. La primera de las citadas a la vuelta de la esquina.
Por lo que hace al partido, una digna segunda parte de lo que ya se vio en Bilbao. Peor suerte en la primera parte que en la segunda, que recompensó con goles un juego inferior. Por lo que hace al rival, hoy el ATH renunció a la presión, limitándose a trabar dos trincheras muy juntas que acompañaban a dos delanteros de escaso poder disuasorio para acobardar a los laterales blaugrana, muy profundos hoy.

El FCB solucionó el problema de la acumulación tras la línea de mediocampo con un repertorio variado, aderezando el principal recurso, que pasa por la conservación de la pelota en el medio del campo, con incursiones laterales, preferiblemente por el lado que gestiona el triángulo Xavi-Alves-Messi. No se descartó la estrategia, que bien pudo abrir el marcador en un remate de Henry (22’) con Iraizoz de brazos caídos. En la primera parte se pudieron contabilizar hasta 4 oportunidades claras, de entre las que hay que destacar un remate de Keita sólo ante puerta y una recepción con el pecho y remate acrobático de Zlatan desde el pico del área pequeña. Las oportunidades demostraban la fiabilidad del juego, suficiente para encauzar el resultado ante un rival absentista.

En la segunda parte se abre el fuego de forma similar, con cambios sólo en el visitante, que sustituyó uno de sus delanteros. Pero la mala suerte pareció quedarse en la portería de la grada Nike, propiciando que el graderio Norte fuera testigo privilegiado de los tres goles del partido. El primero y el tercero son consecuencia de pelotas perdidas por el ATH en su propia frontal, aunque las condiciones para materializarlos fueron muy diferentes. En el primero (min 50), Messi desbordó por velocidad a sus marcadores en el pico del área grande y remató con la diestra perdiendo ángulo sobre la salida del portero. En el tercero, Bojan se encontró con una cesión frontal hacia Iraizoz que se quedará corta; regateó a un portero vendido y entró en la portería acompañando plácidamente el balón.

En medio de ambos momentos un penalti discutido por derribo –tras tocar el balón o no, he ahí la disputa- a Alves por parte de Ustarritz. Un segundo después del derribo la pelota yacía en la red, pues la jugada continuó con un pase al centro del área de Messi resuelto por Ibrahimovic. Velasco no aceptó este desenlace e insistió en el penalti, exageradamente protestado dadas las circunstancias. Lo trasformó Messi al estilo Ronaldinho, talonando descaradamente un disparo cruzado aunque inalcanzable para el portero.

Después del tercer gol se produjo el carrusel de cambios en el FCB, uno doble, que permitió el ingreso de Busquets y Pedrito. El equipo mantuvo un tono aceptable, aunque alejado del que había mostrado en la primera hora del partido, ya pensando en el siguiente reto.
La debilidad del rival y su anodino planteamiento no permiten sacar conclusiones, baste poner de manifiesto que el FCB creó peligro en jugadas de estrategia –esto es un factor que consolida una línea apreciable ya en el año pasado- y demostró profundidad por la banda. Si hay que denunciar alguna laguna, quizá sea preciso consolidar el triangulo izdo, sin perder de vista que aún falta Iniesta y está por determinar quién ocupará el lateral de esa banda.

Uno por Uno
Valdés: Testimonial (-). Ninguna intervención. Agredió gratuitamente a Toquero en una jugada sin ningún compromiso que bien podía haber supuesto la expulsión y su consiguiente suspensión.

Alves: Rápido (6). Se mostró mejor en la combinación, más cómodo con Messi. No se prodigó en el disparo.

Maxwell: Ofensivo (6). La ausencia de rival permitió su incorporación al ataque. Mostró detalles interesantes, sobre todo en la primera parte.

Puyol: Atacante (6). Partido similar al de Bilbao. Remató al larguero en la segunda parte.

Piqué: Defensivo (6). Sin prodigarse en la salida del balón; bien atrás, aunque sin demasiada presencia ofensiva. Lesionado, tuvo que recurrir al hielo en el banquillo.

Touré: Constructor (6). Participó en la canalización del juego por el centro, auxiliando a Xavi en la pelea contra el dique edificado por Caparrós.

Xavi: Cómodo (7). Siguió en un tono similar al de Bilbao. Muchos lanzamientos hacia los delanteros -sobre todo en la primera parte- que no se materializaron por pura mala suerte.

Keita: Rematador (6). A su labor de contención añadió la de llegador, aunque sin suerte. Dos claras oportunidades, una despejada por Touré y otra marrada ante la línea de gol.

Messi: Goleador (8). Resolvió cuando el partido parecía atascado entre la mala fortuna y la muralla rojiblanca. En el primer gol demostró buena punta de velocidad. El mejor.

Henry: Alegre (6). Dio alternativas a Maxwell e incluso tuvo oportunidades pese a la concentración de efectivos del rival por su banda.

Ibrahimovic: Faro (5). Debe acoplar su extraordinaria capacidad de juego al primer toque con su compañeros de ataque. Buen rematador.

Bojan: Listo (6). Muy poco tiempo le bastó para aprovechar una cesión envenenada al Iraizoz. Más allá de este oportunismo, ingresó en el campo cuando el partido estaba decantado y el FCB quería adormecer el tempo.

Busquets: Refresco (6). Favoreció la sustitución de Piqué por Touré una vez aquél se lesionó mediada la segunda parte.

Pedrito: Marcado (s.c). No tuvo ni el tiempo ni las facilidades de Bilbao.

Pep Guardiola: Generoso (8). Una alineación honrada y ambiciosa aun y a pesar del reto de la Supercopa de Europa. Maxwell puede ser titular. La sustitución de Zlatan pudo sorprender, máxime ante el riesgo de que Messi pudiera sufrir ante un rival enojado.
Ficha

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué (Busquets, min. 74), Puyol, Maxwell; Touré, Xavi, Keita; Messi, Ibrahimovic (Bojan, min. 70) y Henry (Pedro, min.74).

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Xabi Etxebarria, Ustaritz, Koikili; López (Iturraspe, min. 60), Orbaiz, Gurpegui, Gabilondo; Etxebarria (Toquero, min.55) y Díaz de Cerio (Ion Vélez, min. 45).

1-0, min.49: Messi.

2-0, min.66: Messi.

3-0, min.70: Bojan.

Arbitro: Velasco Carballo (Colegio madrileño). TA: Puyol, Touré, Xavi, Xabi Etxeberria, Ustarritz, Toquero, David López. Partido sin mayores problemas, algunas entradas violentas resueltas con tarjeta. Penalty discutido por el Athletic Club. Bien.

Estadio: Camp Nou, 62.000 esp.
RESUMEN EN IMAGENES (Youtube):

domingo, 16 de agosto de 2009

Athletic de Bilbao 1 - FCB 2 (Super Copa España, Ida)






Super Copa España (Ida)




16-8-2009

ATH 1 - FCB 2

Foto: Sport (Paco Largo)

Primer partido oficial cuyos protagonistas eran, como en la anterior edición de la Copa, dos modelos absolutamente antitéticos de concebir el futbol. En efecto, la propuesta con más personalidad de nuestra Liga se medía contra una especie de parasitismo futbolístico sin más vocación que la de rentabilizar las contradicciones de la primera.

El planteamiento inicial no engañaba sobre las intenciones de unos y otros. El FCB iniciaba desde atrás, normalmente a cargo de Piqué, asociado con un Xavi que no acusaba falta de ritmo ni tampoco la obvia presión a que era sometido por dos stoppers testimoniales (Gurpegui y Orbaiz), quizá no demasiado convencidos del éxito que pudiera tener su labor.

Pero, paradójicamente, la salida de balón del FCB era uno de los argumentos ofensivos de un ATH que, como el día de Valencia, presionaba el inicio del juego culé con sus efectivos de vanguardia. La esperanza era interceptar un balón en circulación dentro de los 3/4 y de ahí forzar un centro al área, una falta lateral o lo que fuera. Esta estrategia, que no cambió hasta que el FCB cegó moralmente a su rival con el empate, empezó a fructificar a partir del minuto 30 del partido, cuando la presión de los delanteros locales se vió asistida por sus efectivos de centro del campo. Hasta ese momento, el uno contra uno entre la línea de vanguardia del ATH y la cobertura barcelonista se resolvía fácilmente en favor de esta última; al fin y al cabo se trataba de superar una única trinchera horizontal. Ello facilitó el armado de varias jugadas de ataque por parte del FCB, todas terminadas con disparo a puerta, y que bien pudieron abrir el marcador cuando Xavi -programado como llegador el día de hoy- disparó sin precisión a 5 metros de puerta. Era el minuto 23 y ahí pudo cerrarse el partido.

Dos disparos prodigiosos (Bojan, Alves) que acaban siendo conjurados por un portero inspirado y una ocasión manifiesta de gol no culminada denunciaban una sobretasa de mala suerte en el balance ofensivo del FCB. Pronto llegarían las imprecisiones en la salida del balón, conjugadas con una mayor ambición del ATH, que, como hemos dicho, desplazó a sus mediocampistas unos pasos hacia delante para hacer más difícil las cosas a su rival. La inseguridad de Eric Abidal, a lo que se añadió el consabido complejo estilístico del FCB -poco dado a resolver los problemas de espacio a balonazos- facilitó cortes de balón en zonas calientes, que si no llegaron a fructificar fue debido a la proverbial impericia de los llegadores bilbaínos.

Algún disparo sin convicción (Gabilondo), un remate claro de Ocio que pudo fusilar a Valdés, una vaselina inspirada firmada por una de las novedades del ATH, De Marcos,... fueron el anticipo del afortunado gol local. Un error en la organización de una jugada de contragolpe por parte del FCB, dentro de un minuto (44) en el que mejor es congelar la posesión, posibilitó un arranque de De Marcos a 25 metros de la meta. Este ingresó por el pico del área, recortó y disparó plano y centrado; el intento de corte de Puyol, tardío, envenenó un balón que era fácil para el portero: 1-0.

El balance al descanso parecía deberse al infortunio sufrido por el FCB (tanto en la finalización de sus jugadas, como a la hora de defender su puerta), lo cual hacía razonable esperar un cambio de escenario a poco que el imperio del caos dejara paso a la estadística de los grandes números (aunque esto no ocurra siempre en el fútbol).

Justo sea reconocer que no todo fue azar. El planteamiento presionante del ATH dio frutos a causa de fallos corregibles, que desde luego no volvieron a darse en la segunda parte, momento en el que las vacilaciones en la salida del balón desaparecieron: si se hubo de enviar la pelota fuera de la zona de 3/4 esto se hizo sin mayores complejos. En un día en el que el rival sólo tiene un argumento ofensivo, y este pasa por interceptar un balón en una zona peligrosa, parece de lo más razonable evitar que la pelota transite delante de la frontal del área propia. Así fue.

Pep no cambió piezas y la segunda parte comenzó con idéntica Line-up. La banda derecha, extraordinaria en el ejercicio anterior gracias a sus ocupantes habituales (Dani, Leo), no procuraba grandes frutos en las jugadas en combinación (Dani no ve los desmarques de Pedrito y éste ocupa demasiado el carril exterior, cerrando la progresión del Brasileño). Ahora bien, esa mala suerte en la finalización que había privado al FCB de destrozar el partido en la primera parte desapareció en un rondo colectivo. Este culmina en una triangulación ya dentro del área; Keita progresa por el carril del 10 hasta la línea de fondo, desplaza en horizontal al lado derecho, donde se ve a Pedrito sin marca. Este cede al punto de penalty y allí sobreviene Xavi con su diestra, ajustando el disparo al palo corto de Iraizoz.

Al ATH le empezó a sonar el asunto a conocido. La salida de balón del FCB dejó de dar esperanza a los locales, a salvo de puntuales complicaciones de Abidal; así se estabilizó el encuentro, muy condicionado por la indisposición del ATH a afrontar la arriesgada y eterna apuesta del juego directo, tan del gusto de su graderío. Arrugado el rival y seguro de sus argumentos el campeón, éste dejó que la fruta cayera del árbol sin apretar los dientes.

El gol decisivo llegó en una nueva combinación dentro de la línea de 3/4. Xavi cedió a Pedrito un balón a 20 metros del arco; el canterano había progresado hacia la zona del teórico delantero centro y acabó sacando petróleo de la atonía defensiva de sus oponentes. Chutó de forma obvia pero efectiva, el balón se fue envenenando gracias al efecto imprimido, que lo alejaba progresivamente de la mano de Iraizoz, para chocar violentamente en el mismo trozo de red donde diez minutos antes Xavi había estampado su firma. Razón tendría el arquero en denunciar la incompetencia de sus compañeros para cegar un disparo lejano, que se antojaba como la única posibilidad de finalización tras el arranque del tinerfeño.

Lógica habría sido, con anterioridad a la remontada, la incorporación de Sergi por el que más tarde fuera héroe del partido. Ello habría fortalecido la posición de Xavi, al par que facilitado las ayudas en la salida de balón y abierto una autopista para Dani. Pero Pep es quien sabe cómo estan los depósitos de sus jugadores. Las sustituciones fueron de trámite, lo que se siempre se ha conocido por hombres de refresco, que dieron minutos de descanso a Xavi y hielo a un dolorido Henry.

Ha de destacarse postivamente el crecimiento futbolístico de Piqué, que asume cada vez mayores responsabilidades en la salida del balón. Merece ponderarse el buen punto de partida de Xavi, que escondió el tesoro cada vez que cayó en sus pies; y, por último, hay que elogiar la solidez del bloque y su claridad de ideas, aun cuando la alineación inicial se vea mermada por la ausencia de tres jugadores trascendentales como Andrés, Ibra y Leo.

En el lado negativo hay motivos para ser indulgentes, pues se sigue en pretemporada, por mucho que el encuentro fuera oficial. Ello no impide reflexionar muy seriamente acerca de la demarcación del lateral izdo. Ya no está Sylvinho, que el año pasado aportó sobriedad y experiencia en citas trascendentales. El desempeño de Abidal preocupa y Maxwell aún no se ha hecho con el puesto. Esa es una incógnita que sería absurdo resolver de la mano de improvisaciones, máxime cuando estas acaban perjudicando la moral de Puyol (que de indiscutible central pasa a recurso en banda). Seguramente es más necesario Eboué que Cesc.

¿Y el Athletic?, pues lo de siempre. Un equipo escaso a todos los niveles que, combinado con la energía desbordante de Caparrós, acaba mostrándose impotente y hasta enfurecido ante la derrota. No fue el Athletic afortunado de las jugadas a balón parado (Piqué hizo desaparecer a Llorente de la estadística), y su retrato robot se resume en Toquero, un jugador extraño, afanado en la búsqueda de un agujero en el entramado de su equipo -nunca faltan-, y que siempre llega tarde al lugar de los hechos por mucho desgaste que asuma.


Uno por Uno


Valdés: Enfadado (6). Mostró su disgusto por la deficiente salida de su equipo y no dudó en el desplazamiento largo cuando vió que el sacrificio de estilo era la mejor arma para acabar con el partido. Acertado como siempre en el gran desafío (vaselina de De Marcos), fue incapaz de cerrar un partido sin una cantada a balon parado.

Dani: Impreciso (5). No armonizó su juego con Pedrito, tampoco éste con él, y se hartó de enviar centros estériles al área, normalmente cortos. Bien en el disparo.

Abidal: Ofensivo (5). Mal balance defensivo; si el ATH mantuvo algunas esperanzas de no ir ya derrotado a Barcelona fue gracias a él. Hasta el voluntario Etxeberria le tomó el pelo. Mucho mejor en tareas ofensivas, participó en la jugada en que se forjó el empate, como también lo hizo en la que Xavi no acertó a trasformar en la primera parte.

Puyol: Básico (5) Sin responsabilidades en la salida del balón aportó ante todo en ataque. Infortunio en la jugada del gol.

Piqué: Jerarquico (8) El mejor. Frenó a Llorente sin faltas. Creó peligro a balón parado y sacó el balón con claridad, buscando siempre salidas reflexivas y aseadas.

Touré: Nulo (4). No complicó, pero se inhibió en el principal problema del equipo hoy: la salida del balón. No se ofreció a Xavi, aunque colaboró algo más con Sergi.

Xavi: En forma (7). Operó todas las salidas al ataque y hasta cumplió con sus cometidos añadidos de llegador. Falló una ocasión más clara que la trasformada, pero un balance ofensivo del 50% ha de tenerse por óptimo en los números de un centrocampista.

Keita: Colaborador (6). Dio opciones al juego de ataque y aportó su presencia física en las escasas tareas de destrucción que exigió el choque. Vital en el gol del empate.

Bojan: Sin opciones (5). Sus desmarques resultaron poco convincentes para los lanzadores del mediocampo (Keita y Xavi). Ninguna oportunidad clara. Vió cómo Iraizoz le sacaba un balón de la cruceta en el disparo inaugural.

Pedrito: Afortunado (7). Sin ajustar su posición con Alves tuvo la gran suerte de contar con un marcador insolvente. Asistió a Xavi en el empate sin necesidad de zafarse ni siquiera de una sombra y resolvió el partido con un disparo tolerado por sus oponentes. No será tan fácil alcanzar idéntico nivel de eficacia contra rivales más serios y menos autocomplacientes.

Henry: Sacrificado (5). Pep jugó la baza del cadaver en la batalla para contener a Iraola. Este no salió a brindar apoyos amedrentado por la planta del goleador francés, que hoy no fue más que una apariencia. Un buen farol.

Busquets: Rutinario (5). Continuó la tarea de Xavi dentro de su particular estilo. Hizo implicarse a Touré en un partido del que éste había desaparecido.

Jeffren: Temperamental (s.c). Se partió la cara en balones divididos cuando el rival ya derrotado decidió apelar al orgullo. Merece más minutos.

Pep Guardiola Sobrio (8): Acertó manteniendo sus nervios aun y a pesar del balance que arrojaba el partido en el descanso. Muy inspirado con la alineación del "cojo" Henry. Ojo con el lateral izdo.


Ficha


Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Ocio, Koikili; Susaeta, Orbaiz, Gurpegui, Gabilondo (Castillo, min.67); De Marcos (Toquero, min.60) y Llorente (Etxeberria, min.74).
FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Touré, Xavi (Busquets, min,81), Keita; Pedro, Bojan y Henry (Jeffren, min.74).
1-0, min.44: De Marcos.

1-1, min.59: Xavi.

1-2, min.68: Pedro.

Arbitro: Rubinos Pérez (Colegio madrileño). TA: Gurpegui, Koikili, Piqué y Alves. Partido sin problemas, no se dejó intimidar por el público. Alguna complicación al final, pero sin trascendencia. Notable.

Estadio: San Mamés, 35.000 esp.
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